Dentro de esta familia encontramos tres tipos, martensíticos, semi-austeniticos y austeníticos. Es recomendable soldarlos previo al tratamiento térmico de precipitación, o después de un sobre envejecido. Presentan elevadas resistencia mecánica, y se utilizan en entornos corrosivos, los dos primeros tipos pueden presentar ferrita primaria y son menos susceptibles a la fisuración en caliente, sin embargo en juntas restringidas se pueden presentar fisuras a lo largo de la ferrita. Normalmente no se precalientan, aunque no son suceptibles de fisurarse en frío es recomendable usar en los PH martensíticos y semiausteníticos procesos de soldadura bajos en hidrógeno en juntas de gran espesor.
Algunos aceros deben enfriarse a temperaturas criogénicas para completar la transformación martensítica, previo al tratamiento térmico de envejecido.